sábado, 18 de diciembre de 2021

 El optimismo, al igual que la esperanza, significa tener una fuerte expectativa de que, en general las cosas irán bien a pesar de los contratiempos y de las frustraciones.Ahora bien, se puede ser optimista con tus alumnos o alumnas, o simplemente hacer como que se es optimista. Normalmente el que es optimista por naturaleza no tiene porque fingir serlo. Pero aún así, me permito darte unos consejos para mejorar tu optimismo dentro del aula. 


1. CAMINAR CON UNA POSTURA ERGUIDA. Hay una frase que aprendí hace años, del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, y desde entonces guía todos los actos de mi vida cotidiana. Esa frase es: "El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre (o mujer) que sabe a dónde va."

2. UTILIZA UNA VOZ ALEGRE. Recuerda que eres lo que transmites, si tu voz es de enfado, transmites una imagen poco educativa. No está mal hacer una bromita de vez en cuando en medio de la clase para limar asperezas. Realmente, si os cuento un secreto... yo incluso a veces llevo esos chistes apuntados en mi programación didáctica.

3. UTILIZA PALABRAS OPTIMISTAS Y MOTIVADORAS. La forma de decir las cosas muchas veces cambia el sentido de la oración. Yo siempre digo que no me gusta que me llamen raro, sino que digan que soy especial. ¿A que no parece lo mismo?

4. NO HABLES MAL DE NADIE. Los profesores somos personas como todas, no con todo el mundo te puedes llevar bien, pero al menos no demuestres que te llevas mal con alguien y menos si es un compañero de tu centro educativo.

5. ENFOCATE EN LAS SOLUCIONES NO EN LOS PROBLEMAS. Tus alumnos volvieron del recreo, y resulta que dos tuvieron un problema entre ellos (algo muy típico). Más que culpar el problema es mejor buscar una solución y si puede ser consensuada mediante el dialogo. De esta forma enseñamos que la solución es mucho más importante que el propio problema.

6. PIENSA QUE LOS PROBLEMAS TE AYUDAN A CRECER. Una cosa siempre esta clara, si tu aprendes ante una nueva situación, tus alumnos también. Por lo tanto, de la solución buscada a un problema, aprendemos. Las adversidades nos vuelven fuerte si somos optimistas.

7. SÉ UN MODELO A SEGUIR PORQUE TE EXIGE SER MEJOR. Normalmente cuando tomamos apuntes para nosotros mismos, lo hacemos de una forma más sucia que si sabemos que alguien nos va a ver lo que hemos escrito. Eso puede llevarse a todas las escenas de la vida. En el aula debes saber siempre que eres el ejemplo a seguir, si eso no se te olvida, no me cabe duda que te exigirás ser mejor antes tus alumnos incluso ante aspectos que en tu vida personal te producen temor. ¿Cuantas veces has matado a un insecto dentro del aula y cuando estas en tu casa pides a alguien que lo haga por ti?

8. EL SER OPTIMISTA REQUIERE DE CONSTANCIA Y ENTRENAMIENTO. Lógicamente, todo lo dicho anteriormente no es válido sin esfuerzo, pero todo entrenamiento nos lleva a un aprendizaje invisible que se acaba convirtiendo en rutina. 

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