Introducción a la actividad.
Para los adolescentes las tecnologías no representan nada nuevo: son parte de varios estímulos que rodean su vida cotidiana desde siempre. Esto hace que suelan manejarse con naturalidad y comodidad al utilizar la tecnología, propias de quien no ha conocido otro escenario. Si vemos el uso que hacen, observamos que suelen jugar, socializar, buscar información, navegar en redes sociales, con mucha facilidad para conectarse o para entrar y salir de determinados sitios.
La adolescencia es una etapa cargada de oportunidades para el crecimiento y
la consolidación de la personalidad. El valor de las relaciones
sociales y el placer que generan son muy importantes en la vida de un
adolescente. Los dispositivos electrónicos se han convertido en el medio
más elegido por los adolescentes para una de las actividades más importantes de esta etapa:
socializar.
En esta etapa el vínculo con nuestros hijos e hijas está cambiando, los
adolescentes necesitan separarse de nosotros para poder ganar en autonomía y libertad. Y en el mundo digital
esto se hace muy evidente. ¿Por qué las aplicaciones que usan los adultos no
son las más utilizadas por los adolescentes? ¿Por qué los adolescentes suelen
ser pioneros en una red social y cuando los adultos llegan a ella, se van
inmediatamente a otra? En lo digital también se dan la separación y necesidad
de tener su propio espacio, compartido con sus pares, no con sus padres.
Pero nada de esto debe confundirnos y hacernos pensar que podemos
dejarlos solos. El uso que hacen de los dispositivos y plataformas no
significa que tengan conocimientos y habilidades sociales suficientes para
poner en práctica desde lo digital. Como en otros ámbitos de su vida, es
necesario que los adultos eduquemos, orientemos y acompañemos para que
los adolescentes tomen decisiones que les permitan ir ganando autonomía y velar
por su seguridad en línea.
Actividad destinada para: Los alumnos de 4º de la eso, que se ponen en la piel de sus padres
Los objetivos de la actividad eran responder a estas preguntas
¿Por que nuestros hijos pasan tanto tiempo en la redes sociales?
¿Conviene que siga a mi hijo en las redes sociales?
¿Cuándo debemos preocuparnos?
Contenidos: responder a estas preguntas y sacar conclusiones entre todos.
Se divide la clase en grupos de cuatro alumnos, se contesta a estas preguntas. Luego se elige un portavoz y se exponen las respuestas y se al ponerlas en común en el grupo de clase, se anotan los resultados mejores y se redactan.
Luego se publican en la web de colegio, y las redes sociales de los diferentes alumnos. Se publica en el blog de clase y se les dice a los verdaderos padres que comenten si están de acuerdo con lo que responden sus hijos, o si tienen otras aportaciones y se añaden.
Duración: tres horas de clase, dos semanas en el blog de clase, para los comentarios.
Conclusiones:
Preguntas frecuentes
¿Por qué pasan tanto tiempo con la
tecnología?
No es posible entender a los adolescentes sin comprender su entorno e
identidad digitales. El deseo de pertenecer, de contar con la aprobación y
reconocimiento de pares (ya no de sus padres) es el mismo
dentro y fuera de la red. Lo que cambia es la plataforma: hoy el reconocimiento
se da en likes y las diversas formas de aprobación que reciben
en las redes sociales. Esto explica por qué les cuesta tanto manejar sus
tiempos de conexión y el miedo de estar perdiéndose “algo” si se desconectan.
Por medio de lo que comentan, lo que eligen publicar y lo que no, podrán
aprender a gestionar su autonomía, a manejar sus niveles de visibilidad, su
popularidad y su ser social. Es importante acompañarlos en ese proceso y
educarlos en cómo manejarse en la red, cómo formar su huella digital, y
trasmitirles que cada elemento que publican o comentan irá formando su
identidad digital.
¿Conviene que siga a mi hijo en una red
social para interactuar también con él por esa vía?
Esta pregunta, repetida muchas veces por adultos que acompañamos a
adolescentes, nos invita a reflexionar acerca del respeto a su privacidad e intimidad, y a confiar para que
crezcan saludablemente. Si como adultos estamos muy encima de ellos, no les
permitimos ensayar, equivocarse, crecer. Pero tampoco debemos dejarlos solos,
al igual que cuando vamos con un niño a una plaza no lo dejamos solo en los
juegos y nos vamos. La primera vez lo ayudamos a subir a un juego, luego vemos
cómo se tira del tobogán y con el tiempo podemos darle espacio para jugar solo,
observándolo desde cierta distancia. Lo mismo pasa con los adolescentes y su
vida digital. Necesitan que estemos presentes, habilitemos que exploren, creen
y se equivoquen. Esa será la mejor forma de que propiciar que acudan a nosotros
cuando lo necesiten. Recordemos que seguimos siendo figuras claves para ellos,
modelos y referentes, incluso en este tema.
¿Cuándo debemos preocuparnos?
Si observamos que el adolescente está viendo afectado su rendimiento
escolar, está evitando la interacción con sus pares o dejando de hacer
actividades que antes le gustaban, porque puede estar teniendo un
comportamiento problemático en relación con la tecnología.
Soluciones propuestas por los alumnos:
Como adultos tenemos la responsabilidad de guiar y acompañar a los adolescentes en el ámbito digital al igual que con otros temas de su vida. Somos modelos para nuestros hijos y lo digital no queda por fuera de esto. Muchos adolescentes reconocen sus dificultades para regular el uso de internet, las horas que les dedican a los videojuegos, pero también señalan que observan esa misma dificultad para autorregular esa conducta en sus padres, especialmente en ámbitos de interacción familiar. Esto nos brinda la oportunidad de reflexionar también sobre cómo las personas adultas usamos estas tecnologías, para así poder contagiar un uso saludable y responsable. ¿Qué uso hacemos de las redes? ¿Cómo nos relacionamos con lo digital? Nuestro ejemplo es clave.
Mostrarnos
disponibles
Si bien 3 de cada 10 adolescentes uruguayos reconocen haber vivido situaciones desagradables en la red, solo la mitad pudo hablarlo con algún adulto. Es oportuno preguntarnos: ¿por qué no se acercaron al adulto?, ¿por qué no pudieron contar lo que les pasó? Para poder acompañar a los adolescentes en el uso de la tecnología es necesario escucharlos y mostrarnos disponibles. Si lo que respondemos es una crítica o una idea que despierta más miedo y angustia, difícilmente el adolescente vuelva a acercarse. Evitemos juzgarlos por el uso que hacen de la tecnología y aprovechemos las oportunidades que nos dan para enseñarles a identificar cuándo parar y explicarles cuáles son los efectos de un uso irresponsable. Los adolescentes siguen necesitando el rol protector de sus referentes adultos, pero lo piden de otra manera. Debemos aprender a interpretar esos pedidos.
Interesarnos por lo que hacen
Acercarnos a los adolescentes para conocer lo que hacen en la red, saber a
qué juegan y entender cómo son las aplicaciones que más usan ayudará a que
puedan problematizar en familia qué hacer frente a situaciones de acoso o
maltrato que puedan vivir en ese ámbito. Los adolescentes no son expertos, ni
pueden hacerlo solos. Necesitan de los adultos y, a su forma, están esperando
que nos acerquemos, que los acompañemos con presencia y respeto. La única
manera de reducir esta brecha generacional es habilitando el intercambio,
conociendo y escuchando.
Estar pendientes de
ellos todo el tiempo o intentar ponernos a la par de la tecnología no es
conveniente, no solo porque no tiene ningún valor educativo ni formativo, sino
porque tampoco les da el espacio de independencia que necesitan en esta etapa.
Ya que todos estamos
permeados por esta tecnología aprovechemos a saber más sobre ella, pero no para
aprender a jugar igual que los adolescentes a sus videojuegos, sino para que no
nos resulte algo ajeno, siempre desde nuestro rol de adultos. Si sabemos más
sobre el tema podremos preguntar a qué juegan, de qué se trata y entender en
qué pasan tanto tiempo. Estas son nuevas formas de compartir con los
adolescentes su vida digital.
Evaluación : es muy sorprendente , os animo a que las comprobéis vosotros y saquíes vuestras conclusiones
Lo hago en las horas de tutoría y no cuenta para la nota, pero si les ayuda a entender un poco a sus padres, cuando ven los comentarios que estos escriben y es muy interesante, como modo de ponerse en el lugar del otro
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