Erróneamente llamados milpiés, estos animales no suelen tener más de 400 patas. Hasta ahora, el récord lo ostentaba una especie californiana con 750. El hallazgo a 60 metros bajo tierra en una mina de Australia de un nuevo artrópodo de más de 1.300 pies lo convierte en la primera verdadera especie de milpiés.
Los milpiés, que llevan en nuestro planeta más de 400 millones de años,
fueron de los primeros animales en respirar oxígeno. Algunos ejemplares
extinto s alcanzaron, además, los dos metros de longitud. Pero el
conocimiento de su diversidad se queda muy por detrás de otros grupos animales.
Prueba de ello es el hallazgo en agosto
de 2020 de un ejemplar, nuevo para la ciencia, a unos 60 metros de profundidad en un pozo de perforación creado para la exploración de minerales en la provincia de
Eastern Goldfields, al oeste de Australia.
La peculiaridad de esta especie –denominada
Eumillipes persephone, del griego eu- (verdadero), las palabras
latinas mille (mil) y pes (pie), y que hace referencia a la diosa griega del
inframundo, Perséfone– es que tiene más de mil patas.
Hasta ahora, los diplópodos, el grupo al que pertenecen estos artrópodos
conocidos comúnmente como milpiés, no tenían más de 400 patas.
La especie que hasta el momento superaba esta cifra era la
californiana Illacme plenipes, con 750.
“El nombre de milpiés siempre ha sido un término erróneo.
Se originó en latín y se adoptó posteriormente en inglés, y
es una hipérbole destinada a resaltar su naturaleza de muchas patas”,
explica a SINC Paul Marek, del Virginia Tech en Blacksburg (EE UU)
y primer autor del estudio publicado en la revista Scientific Reports.
Detalle del cuerpo de la nueva especie. / Paul e. Marek et al.
Más de 1.300 patas
Justamente, lo más sorprendente de Eumillipes persephone es su
número de pies: “Con 1.306 patas, casi duplica el número de
patas del anterior poseedor del récord, el Illacme plenipes, con 750”,
recuerda Marek.
Según los investigadores,
aparte de su característico
número de pies,
se trata de un animal pequeño (0,95 mm de ancho y 95,7 mm de largo)
y alargado, parecido a un hilo y que tiene 330 segmentos.
“Su cabeza es en forma de cono con enormes antenas y
tiene un pico para alimentarse”, describe el experto.
Además, no tiene ojos, y sus patas son cortas.
Al compararlo con otras especies, los investigadores determinaron que
Eumillipes persephone está lejanamente emparentada con el hasta
ahora poseedor del récord, el californiano Illacme plenipes.
En el caso de ambas especies, el gran número de segmentos y patas
les permite empujar con fuerza y así moverse a través de aberturas
estrechas en los hábitats de suelo en los que viven.
“El hecho de que Eumillipes persephone haya sido descubierto en un
pozo de perforación a 60 metros de profundidad es sorprendente.
Demuestra que estamos rodeados de una biodiversidad de la que
sabemos muy poco”, subraya Marek, para quien se deberían hacer
esfuerzos de conservación del hábitat subterráneo.
El estudio destaca la importancia de estos animales que son
descomponedores, al alimentarse de detritus y de vegetación en
descomposición. “La descomposición es un importante servicio del
ecosistema porque libera nutrientes que, de otro modo, quedarían
encerrados en la vegetación en descomposición. Además,
permite que entren en la cadena alimentaria para que las futuras
generaciones de vida los consuman y utilicen”, concluye.
Vista al microscopio de la cabeza de uno de los individuos de la nueva especie. / Paul E. Marek
Referencia:
Paul E. Marek et al. “The first true millipede—1306 legs long” Scientific Reports
Fuente Hallado el primer milpiés (de verdad) con más de mil patas (agenciasinc.es)
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