Como cada año, la revista Nature ha publicado el listado con las diez personas más importantes en la ciencia. La mayoría de historias seleccionadas tienen conexión con la pandemia que ya ha matado a más de 1,6 millones de personas, pero también hay sitio para quienes han contribuido en la erradicación de otras enfermedades, en el estudio sobre el cambio climático o en la lucha contra la xenofobia.
“Las historias destacan las contribuciones de muchos investigadores, acentuando que ningún avance es obra de una sola persona. Que la ciencia es un trabajo en equipo queda especialmente claro este año”, recalca la revista en el editorial que acompaña a la lista de seleccionados.
Tedros Adhanom Ghebreyesus
Director general de la Organización Mundial de la Salud
Tedros Adhanom./ OMS
Probablemente uno de los rostros más reconocibles en todo el planeta a lo largo de este 2020. Tedros Adhanom ha sido el encargado de liderar la institución que ha reunido a todos los países para tratar de dar una respuesta común a la covid-19.
Periódicamente ha informado sobre los retos, los avances, los riesgos y las amenazas que se iban destapando sobre el coronavirus. Biólogo de formación, Adhanom fue elegido director general de la OMS en 2017, siendo el primer africano (de nacionalidad etíope) en acceder a este cargo.
Li Lanjuan
Li Lanjuan./ ChinaNews
Epidemióloga
La insistencia de esta epidemióloga y hepatóloga ante las autoridades chinas propició que se cerrase la ciudad de Wuhan justo antes de la celebración del año nuevo chino, al ver el peligro que corrían sus habitantes.
Su actuación contribuyó a frenar y a evitar la propagación del virus en sus comienzos.
Ella y su equipo advirtieron también de la capacidad del SARS-CoV-2 para mutar y en el peligroso efecto de estas transformaciones sobre las personas.
“Proporcionamos evidencia directa de que las mutaciones que ocurren naturalmente en el SARS-CoV-2 pueden cambiar sustancialmente su dinámica de replicación e infectividad en diversas líneas celulares humanas, con implicaciones clínicas in vivo”, explicaron en su estudio.
Zhang Yongzhen
Zhang Yongzhen./ EurekAlert
Virólogo
Antes de desarrollar medicamentos, tratamientos, test o vacunas, tocaba conocer cómo era un virus hasta la fecha desconocido. La labor de Yongzhen y su equipo fue fundamental para el resto de investigadores de todo el mundo, determinando rápidamente la secuencia de ARN del virus y dando a conocer la información.
“La secuenciación del ARN metagenómico de una muestra de líquido de lavado broncoalveolar del paciente identificó una nueva cepa de virus ARN de la familia Coronaviridae, que se designa aquí como coronavirus 'WH-Human 1' (y también se le conoce como '2019-nCoV')”, se indicaba en su estudio.
No solo envió de inmediato los datos del genoma del SARS-CoV-2 el 5 de enero a la base de datos internacional, GenBank, sino que al ver que había un retraso en el procesamiento de la presentación de su laboratorio aceleró su publicación al público al publicar los datos a través del foro de discusión virological.org.
Gonzalo Moratorio y su perro Omar./ Twitter
Gonzalo Moratorio
Virólogo
En fase de expansión, tocaba controlar el virus. Ahí, el papel tanto de Gonzalo Moratorio, virólogo uruguayo, como de sus colegas fue primordial.
Su equipo de investigadores del Laboratorio de Virología Molecular de la Facultad de Ciencias de UdelaR y el Laboratorio de Evolución y Experimentación de Virus del Institut Pasteur obtuvo una fórmula para desarrollar test de serología con los que detectar anticuerpos del coronavirus en poco tiempo.
En concreto, y gracias a su labor, Uruguay logró fabricar 1.000 kits al día para ampliar la capacidad de diagnóstico a nivel local. Para Nature, su contribución “ayudó a su país [Uruguay] a eludir una avalancha de infecciones y muertes”.
Kathrin Jansen
Jefa de Investigación y Desarrollo de Vacunas en Pfizer
Desde una fase muy temprana, la ciudadanía depositó sus esperanzas en el desarrollo de una vacuna eficaz. Precisamente, Kathrin Jansen es responsable directa de que durante estos días estemos asistiendo a las primeras vacunaciones a nivel internacional contra el coronavirus.
Kathrin Jansen./ Pfizer
Para Nature, Jansen dirigió un equipo que trajo esperanza al mundo al crear una vacuna clínicamente exitosa en un récord de tan solo 210 días.
“Nadie está a salvo de esta enfermedad. Ha quedado muy claro, especialmente ahora con el aumento de casos en todo el mundo, y también en EE UU, que necesitamos una vacuna para acabar con esta devastadora pandemia”, manifestó recientemente, tras obtener la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU (FDA, en inglés).
Anthony Fauci
Director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE UU
Anthony Fauci./ Wikipedia
Experto en enfermedades infecciosas, Fauci se vio obligado en 2020 a adoptar un rol que nunca hubiera imaginado. Al igual que ocurriera en España con Fernando Simón, este inmunólogo se convirtió en la cara pública de la respuesta al coronavirus del gobierno de EE UU.
La revista ha galardonado al doctor en Medicina por “proporcionar información fiable a una población preocupada y desafiar la información errónea difundida por el presidente Donald Trump”. Como portavoz, Fauci ha aconsejado al país tomar precauciones frente al virus, como la utilización de mascarillas o evitar riesgos innecesarios.
A pesar del cambio de mandatario en la Casa Blanca, el equipo de comunicación de Joe Biden anunció que Fauci será la “voz esencial” de la futura administración de todo lo que concierne al coronavirus.
Jacinda Ardern
Primera Ministra de Nueva Zelanda
Jacinda Ardern./ Wikipedia
Jacinda Ardern./ Wikipedia
Con tan solo poco más de un año ocupando el cargo de primera Ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern se ha consagrado como una de las políticas más eficaces del panorama internacional.
Su rápida y decisiva gestión del país, cerrando fronteras mucho antes que otras naciones, mantuvo a Nueva Zelanda relativamente a salvo del virus. Todo ello sin perder la confianza de los ciudadanos.
Según datos del Centro de ciencia e ingeniería de sistemas (CSSE) de la Universidad Johns Hopkins, en Nueva Zelanda se han producido un total de 2.096 contagios por coronavirus a lo largo de toda la pandemia, de los cuales 25 personas han perdido la vida.
Chanda Prescod-Weinstein
Cosmóloga
Chanda Prescod-Weinstein./ UHN
Al margen del coronavirus, una de las noticias que más impactó al mundo fue la violenta muerte de George Floyd, un hombre negro y desarmado, a manos de la policía estadounidense.
Chanda Prescod-Weinstein, investigadora de la Universidad de New Hampshire, fue una de las voces más que más resonaron entre la comunidad científica. Junto a otros, consiguió paralizar la ciencia durante un día en señal de protesta contra el racismo sistémico en las instituciones científicas.
En uno de sus actos más mediáticos, lograron que miles de científicos e instituciones relacionadas con la ciencia en todo el mundo participasen el pasado 10 de junio en un parón de las actividades científicas como protesta contra el racismo y las desigualdades, en lo que bautizaron como Huelga por la Vidas Negras.
Adi Utarini./ Nursing Universitas Gadjah Mada
Adi Utarini./ Nursing Universitas Gadjah Mada
Adi Utarini
Investigadora de salud pública
La liberación de mosquitos modificados para transportar una bacteria llamada Wolbachia, la cual evita que los insectos transmitan algunos virus, provocó una fuerte caída de los casos de dengue en la ciudad de Yogyakarta, Indonesia.
Esta fue la principal conclusión de un gran estudio publicado en Nature codirigido por Adi Utarini, investigadora de salud pública incluida en este listado de la revista Nature. Para obtener los datos, Utarini y su equipo comprobaron que las zonas de la ciudad en las que soltaron ejemplares de sus mosquitos (de la especie Aedes aegypti) habían reducido las tasas de dengue un 77 %.
“Este es un gran avance, una nueva esperanza para nosotros y, con suerte, para el programa [World Mosquito Program]”, comentó a la revista en agosto.
Verena Mohaupt
Verena Mohaupt./ MOSAiC Expedition
Jefa de logística en una expedición polar
El pasado 20 de septiembre, la expedición MOSAiC partía en un rompehielos hacia el Ártico Central, donde permaneció más de un año atrapado en el hielo para estudiar el cambio climático.
Si ni el frío extremo, ni los osos polares ni el propio coronavirus pusieron en peligro la investigación ni a los más de 400 expertos que participaron fue gracias a la pericia de Verena Mohaupt, la jefa de logística de nacionalidad alemana que logró mantenerlos a salvo. En su perfil dentro de la web de la expedición ella misma define su misión con esta frase: "Me aseguro de que todo el resto del equipo puede hacer ciencia".
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