El metilmercurio, una de las formas más tóxicas conocidas, se disuelve fácilmente en la grasa y atraviesa la barrera hemato-encefálica y la placenta.
El mercurio es uno de los contaminantes habituales en los alimentos. El riesgo que supone para la salud depende del tipo de alimento y del contenido medio en el mismo. El Mercurio no se encuentra de forma natural en los alimentos, pero este puede aparecer en la comida, así como ser expandido en la cadena.
Esta sustancia puede provocar alteraciones del desarrollo normal del cerebro de los lactantes y, a niveles más elevados, puede causar modificaciones neurológicas en los adultos. El mercurio contamina principalmente el pescado y los productos de la pesca.
Más información:
Habida cuenta de los riesgos para la salud humana y el medio ambiente que se derivan del mercurio, la Unión Europea (UE) ha elaborado una estrategia articulada en torno a seis objetivos, combinados con acciones específicas, destinada principalmente a reducir las cantidades de mercurio en la UE y en el mundo, su circulación y la exposición de las poblaciones a dicha sustancia.
En relación con el mercurio, la EFSA adoptó el 24 de febrero de 2004 un dictamen sobre el mercurio y el metilmercurio en los alimentos y aprobó una ingesta semanal tolerable provisional de 1,6 µg/kg pc. El metilmercurio es la forma química más preocupante y puede representar más del 90 % del mercurio total en pescado y marisco. Teniendo en cuenta el resultado de la tarea SCOOP 3.2.11 , la EFSA llegó a la conclusión de que los niveles de mercurio descubiertos en los alimentos que no son pescado ni marisco, eran menos preocupantes. Las formas de mercurio presentes en estos otros alimentos son principalmente diferentes del metilmercurio y, por tanto, se considera que presentan un menor riesgo.
Guía OMS para identificación de poblaciones de riesgo por exposición al mercurio.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado en agosto de 2008 en su página web una guía elaborada junto al UNEP (Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas) que pretende informar sobre el potencial impacto de la exposición a mercurio y ayudar, en la medida de lo posible, a la identificación de grupos de población que puedan estar en peligro. Para ello, se describe la metodología utilizada para estimar la exposición, así como varios modelos predictivos de estimación de la exposición a mercurio.
Recomendaciones de consumo de pescado para poblaciones sensibles debido a la presencia de mercurio
Tanto la “Opinión sobre el mercurio y metil-mercurio en productos alimenticios” de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), como la nota informativa sobre “ Metil-mercurio en pescado y productos pesqueros” de la Dirección General de Sanidad y Consumo (DGSANCO) de la Comisión Europea, que contenía recomendaciones de consumo para los grupos más vulnerables de población (mujeres en edad fértil, embarazadas o en período de lactancia y niños), sirvieron de base a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición para publicar en su web una Nota informativa sobre mercurio y metil-mercurio en productos pesqueros en 2008.