GREGOR SCHNEIDER. Punto Muerto
INAUGURACIÓN 27 OCT 2011
DEL 28 oct 2011 – 26 feb 2012
En el museo CA2M de Móstoles se celebra esta exposición de este artista conceptual alemán.
Es su primera exposición monográfica en un museo español. Bajo el título Punto muerto,
Schneider ha realizado una gran instalación específica que ocupa casi
la mitad del espacio expositivo del Centro y que descompone sus
espacios para proponer al visitante una nueva experiencia. Además se
exponen más de 200 vídeos y fotografías de los proyectos realizados
por el artista en distintos puntos del mundo durante los últimos 25
años.
Gregor Schneider es un artista conceptual alemán además de un destacado escultor. El punto de partida de su trabajo es la Totes Haus u r
(casa u r muerta), una antigua casa de vecindad que se encuentra en
Rheydt, un barrio al sur de la ciudad alemana de Mönchengladbach. Gregor
Schneider nació allí en 1969 y actualmente sigue viviendo y trabajando
en ella. En 1985 comenzó a llenar el edificio con una serie de estancias
que le infunden un carácter misterioso. Al duplicar paredes y ventanas y
añadir nuevos espacios, anula la función de las habitaciones y crea
nuevos lugares con su mobiliario: la sala de estar, el dormitorio, el
trastero, la cocina, el pasillo, el cuarto de invitados o el sótano. El
uso de moldes y réplicas remite a la idea de la muerte. Las estancias de
Gregor Schneider son copiadas, por así decirlo, del mundo real a la
realidad ficticia del arte. En 1997 Gregor Schneider empezó a trasladar
estos espacios para ser expuestos en otros lugares, museos o
exposiciones como la del pabellón alemán de la Bienal de Venecia de
2001, donde obtuvo el León de Oro. Desde entonces, ha desarrollado
nuevas ideas espaciales que ha llevado a cabo en diversos lugares del
mundo.
En Dead End, el proyecto de Gregor Schneider para el CA2M,
el artista se instala en tierra de nadie, en el espacio donde confluyen
los vestigios de la casa tradicional de Móstoles sobre la que se
construyó el museo y el edificio actual. El visitante se ve arrastrado
prácticamente a un gigantesco laberinto de tuberías a lo largo de todo
el Centro, sin haber siquiera puesto pie en él. La idea de las
habitaciones se traslada a pasillos y corredores, conduciendo al
visitante a insólitos espacios, a estancias de la casa ur y a estancias
de otros proyectos. Como ocurre siempre en los trabajos de Gregor Schneider, parece como si el conjunto
hubiera estado allí desde el principio. Asimismo, en la exposición se
presentan videos y fotografías de la Totes Haus u r y otros proyectos del artista.
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